Inteligencia artificial: emulación del cerebro humano versus inteligencias sintéticas

Los avances en el campo de la inteligencia artificial se basan principalmente en la emulación de nuestro cerebro. En los últimos años se han hecho grandes avances en el campo de la neurociencia y aunque aún falta mucho para tener una comprensión suficiente, hoy entendemos bastantes procesos asociados al modo en el que el cerebro humano piensa. Las redes neuronales, son un ejemplo concreto de emulación del cerebro humano. Suena razonable suponer que una mente artificial creada de este modo debería ser bastante similar a la nuestra, tener muchas cosas en común con nosotros.

Sin embargo, hay otra manera radicalmente distinta en que la inteligencia artificial podría inventarse.
La humanidad ya ha probado que es posible copiar a la naturaleza. Un claro ejemplo de ello es el arte de volar. Los humanos hemos visto a las aves volar y ansiado surcar los cielos durante toda nuestra existencia y luego de unos 200 mil años inventamos los aviones. Sin embargo, la forma en que los aviones vuelan es distinta a la que las aves los hacen. Los aviones no baten sus alas para volar (aunque algunas de las primeras versiones que intentamos si lo hacían). Por lo tanto, no siempre encontramos la solución por una mera emulación.

La inteligencia artificial podría inventarse de un modo similar a la de los aviones, no por una emulación de nuestro cerebro sino por una creación completamente sintética. Una creación hecha por la mente humana pero que no use como modelo nuestro propio cerebro.

Una mente artificial creada de este modo podría parecernos completamente alienigena. Y nosotros a ella. Este tipo de inteligencias tendrían arquitecturas cognitivas muy distintas a las inteligencias biológicas. No habrá en principio ninguna razón para esperar que estas inteligencias estén motivadas por sentimientos como el amor, el odio, el orgullo u otros sentimientos humanos. 

Esto es al mismo tiempo un gran problema y una gran oportunidad. El entendimiento entre ambos tipos de inteligencia, la garantía de intereses y motivaciones comunes podría presentar desafíos adicionales que deberemos resolver.

Basado en el libro “Superintelligencia” de Nick Bostrom.