El fin de la cosmología

A finales del siglo pasado se descubrió, contra todo pronóstico, que la expansión del universo se está acelerando. El fenómeno, causado por un misterioso agente conocido como energía oscura, afectará drásticamente al destino del cosmos.

La expansión acelerada hará que, en un futuro lejano, la inmensa mayoría de las galaxias desaparezcan para siempre de nuestra vista. Con ello desaparecerán los indicios observacionales de la expansión del universo.

El fondo cósmico de microondas y la composición química del universo también borrarán todo rastro de su pasado.

Transcurridos 100.000 millones de años, la sucesora de la Vía Láctea será una supergalaxia en forma de bola. La Tierra podría flotar, abandonada, por sus aledaños. Las demás galaxias no están al alcance de la vista.

Para nuestros descendientes, en algún otro planeta de otro sistema solar, el universo será una laguna de estrellas sumergida en un vacío infinito y sin cambios.