¿El fin del método científico…?

El significado de la palabra teoría en el ámbito de la ciencia es muy diferente al que la mayoría de la gente cree. En el uso diario, una teoría significa una conjetura o una corazonada. En ciencia, una conjetura o corazonada seria más bien una hipótesis. Para la ciencia, una teoría es el objetivo final, el mayor logro. Es lo más cercano que se puede llegar a un hecho probado.

Una teoría científica es una explicación bien fundamentada de algún aspecto del mundo natural, basada en un cuerpo de hechos y leyes que se han confirmado repetidamente a través de la observación y la experimentación y que ademas deben poder hacer predicciones.

¿Hay garantía de que una teoría será siempre cierta, en cualquier caso? Por supuesto que no. Siempre es posible que puedan encontrarse casos donde la teoría deje de ser válida, pero aún así seguirá siendo válida dentro del dominio de validez para la cual fue creada. La mecánica de Newton fue reemplazada por la relatividad de Einstein y no por esa deja de ser válida en nuestra vida cotidiana. Nadie usa la ecuaciones de Einstein para calcular la trayectoria de un automóvil al acelerar en una ruta (aunque podría y daría lo mismo).

En la ciencia no hay garantía de certezas absolutas. Lo que hay es confianza y credibilidad. El inmenso valor de las teorías científicas no reside en que sean verdades universales inamovilidades, sino en que son la explicación más confiable que tenemos. En resumen, una teoría científica es la mejor explicación que disponemos de los hechos y fenómenos naturales observados.

Ahora bien, ¿qué hace que una teoría sea considerada propiamente científica en lugar de una mera especulación? ¿Qué criterios usan los científicos para depositar su confianza en una teoría en lugar de otra?

Estas preguntas han sido abordadas de forma explícita por la filosofía de la ciencia. Según Karl Popper, lo que caracteriza a las teorías científicas frente a otro tipo de especulaciones teóricas es su “falsabilidad”, esto es la posibilidad de establecer los procedimientos experimentales que desmientan un enunciado de la teoría científica.

Para ello es necesario que la teoría haga predicciones que puedan ser contrastables empíricamente (por experiencia) de modo que la experiencia pueda validar o refutar lo que la teoría predice. Esto nos permite distinguir entre teorías como la relatividad general (la cual hace muchas predicciones experimentales) de otras como el psicoanálisis (uno de los ejemplos considerados por el mismo Popper), o con la astrología o cualquier otra seudo ciencia.

Sin embargo, durante los últimos 30 años, la ciencia parece haberse estancado en un punto de falta de grandes avances y descubrimientos, salvo alguna honrosa excepción como el descubrimiento del Boson de Higgs.

Varias de las nuevas propuestas a teorías fundamentales son radicalmente distintas a las del pasado, como por ejemplo la teoría de cuerdas o teoría M. Hay intensos debates en la comunidad científica sobre la legitimidad de tales propuestas pues hacen predicciones que no pueden ser comprobadas empíricamente, al menos, con los medios técnicos actuales (y en algunos casos, ni siquiera en principio).

Para algunos, defender teorías que no se prestan a la confirmación empírica atenta contra la mismísima definición y propósito de la ciencia. Para otros, la situación anuncia un cambio revolucionario: la necesidad de redefinir el método científico.

En su libro del 2013 “String theory and the scientific method” el físico y filósofo de la ciencia Richard Dawid, propone la existencia de una serie de criterios que según el, permitirían confirmar una teoría de manera no empírica. Los argumentos que Richard Dawid propone para la confirmación no empírica de una teoría son:

  • la no existencia de alternativas
  • la capacidad explicativa incluso de fenómenos no esperados
  • la inducción de las posibilidades a partir del éxito de teorías pasadas.

Los 2 primeros argumentos se basan en que el número de teorías capaces de dar cuenta de un mismo abanico de fenómenos sea mínimo. Solo si la falta de alternativas y la capacidad explicativa son indicadores de la existencia de un número muy bajo de teorías cuyas predicciones coinciden, podremos tomarlos como auténticas virtudes teóricas que justifiquen nuestra confianza en la teoría y, siguiendo la lógica bayesiana, como confirmatorios.

En jerga filosófica, el hecho de que los datos empíricos nunca determinan por completo un modelo teórico (algo que pasa siempre) recibe el nombre de infradeterminación de la teoría. Como hemos visto, los 2 primeros argumentos de Dawid presuponen una baja infradeterminación de la teoría en cuestión. Seria algo así como un equivalente no empírico a no tener muchas confirmaciones empíricas.

Pero ¿qué nos legitima a aceptar la baja infradeterminación en ausencia de confirmación empírica? Es aquí donde Dawid recurre al tercer argumento: la observación de que, en el pasado, otras teorías que exhibían las mismas supuestas virtudes han acabado confirmadas empíricamente.

Por tanto, Dawid sostiene que tales argumentos pueden ser entendidos como criterios de confirmación no empírica en la medida en que reflejen una baja infradeterminación.

En conclusión, para Dawid hemos entrado en una época de la historia de la ciencia donde parece ser necesaria una redefinición del modelo científico, esto es, de la misma definición de la palabra ciencia.

De más está decir que muchos científicos no están de acuerdo con esta posición. No estoy seguro si los argumentos de Dawid son lo suficientemente sólidos, la verdad no me da esa sensación pero confieso no haber leído su obra aún (la tengo en la lista). Sin embargo mi opinión es que el mero hecho de que una teoría prediga cosas que no podamos probar hoy no invalida de ningún modo la teoría. La tecnología avanzó muchísimo en los últimos 200 años. Como podemos estar seguros que en 1000 años no podremos hacer cosas que son inimaginables hoy en día? E incluso si la teoría predice fenómenos que son incomprobables en principio (es decir, que no se trate de un mero problema técnico tecnológico a resolver), incluso en esa caso tampoco significa que la teoría no sea valida.

Por supuesto esto no significa que debamos aceptar cualquier cosa ni asignarle a cualquier idea esotérica la carátula de ciencia. No estoy hablando de eso. Estoy hablando de fenómenos “extraños” e incomprobables que se derivan lógicamente de una teoría aceptada que hace predicciones buenas, como por ejemplo el multiverso inflacionario.

Esta discusión cae dentro del campo de la filosofía de la ciencia por lo cual, el debate está completamente abierto.

Cual es tu opinion?