Volviendo a Titán, la luna más interesante del sistema solar en, en busca de vida alienigena

En junio de 2019 la NASA anunció que Dragonfly se lanzará en 2026 y aterrizará en Titán, la enorme luna de Saturno, en el 2034. Luego, la sonda pasará al menos 2,5 años navegando en órbita de Titán.

Dragonfly, reunirá una variedad de datos en cada una de sus paradas. Tal trabajo ayudará a los científicos a aprender más sobre Titán, el único cuerpo del sistema solar que no sea la Tierra, que se sabe que alberga cuerpos estables de líquido en su superficie y única luna que posee una atmósfera.
Sin embargo, los lagos, ríos y mares superficiales de Titán no están compuestos de agua: el sistema climático de la luna helada se basa en hidrocarburos, en particular metano y etano.

La misión está orientada a caracterizar la química de Titán en detalle. Se sabe que las moléculas orgánicas complejas giran en la espesa atmósfera dominada por nitrógeno de la luna, y algunos científicos creen que sus mares de hidrocarburos podrían albergar formas exóticas de vida.
Titán también alberga otro entorno potencialmente habitable: un océano de agua líquida enterrado bajo la corteza helada de la luna.

Dragonfly aterrizará entre las dunas de Titán, luego se dirigirá hacia su destino final, el cráter Selk, de 80 km de ancho. Selk es un lugar particularmente bueno para estudiar química prebiótica y buscar signos de vida. Esto se debe a que los tres ingredientes necesarios para la vida tal como la conocemos: agua líquida, moléculas orgánicas y energía, se mezclaron durante el impacto que creó el cráter.

Dragonfly no será la primera nave en aterrizar en Titán. Ese honor pertenece a la sonda Huygens de Europa, que aterrizó en la luna en enero de 2005. Huygens viajó al sistema de Saturno con la nave espacial Cassini de la NASA, que orbitó Saturno desde mediados de 2004 hasta septiembre de 2017.

https://www.space.com/nasa-dragonfly-mission-saturn-moon-titan.html